Patagonia, la marca de ropa y equipamiento outdoor, donó 266 paneles solares para que la Fundación Punta de Lobos pueda administrarlos y ser autosustentable energéticamente, conservando así el espacio natural para la comunidad costera y el mundo.
El mirador de Punta de Lobos ofrece una de las vistas más inspiradoras para surfistas de todo el mundo, pero la sobrecarga de visitas —y la falta de regulación— han causado estragos. Ante tal situación, la Fundación Punta de Lobos trabaja activamente por restaurar y conservar el alto valor biológico de este icónico sector del borde costero.
Punta de Lobos es una playa chilena ubicada a 6 km al sur de Pichilemu, en la provincia Cardenal Caro, región de O’Higgins.
El vínculo entre la marca de ropa outdoor Patagonia y Fundación Punta de Lobos comenzó el 2017. Liderado por Ramón Navarro, surfista y embajador de la marca, la fundación compró- con el apoyo de Patagonia- un terreno clave para protección de la flora, fauna y las icónicas olas de Pichilemu.
Desde ese momento la fundación se convirtió en el principal defensor de la conservación de este lugar tan apreciado por amantes del surf y veraneantes. En esto han estado trabajando estrechamente Patagonia y la Fundación.
El mirador Punta de Lobos cuenta con 2.2 hectáreas y recibe a más de 600 mil visitantes al año, por lo que es una zona que necesita cuidado y atención constantemente para garantizar su conservación.
Tras la asesoría de la startup de energía solar, Rising Sun, se puso en marcha un modelo híbrido en el que se permite la instalación de los paneles en un terreno de un tercero. Son 266 paneles con capacidad de generar un promedio anual de 198 megawatts-hora, lo suficiente para equilibrar el gasto energético de la compañía hasta el 2025 en territorio nacional.
“Este proyecto es un ejemplo súper especial de transformación de la energía, uno que comienza en la oficina de una marca de ropa y termina con la conservación de un espacio natural para el beneficio de una comunidad costera y el mundo” aseguran.
