La lectura es un privilegio del que no somos conscientes, convencidos de que lo adquirimos sin demasiado esfuerzo y que dominamos como algo natural, porque es cierto que, en estos tiempos, la inmensa mayoría de los que vivimos en lo que llamamos Occidente hemos tenido la fortuna de aprender a leer.
Sin embargo, no alcanzamos a valorar en toda su dimensión este aprendizaje, que nos otorga una infinidad de posibilidades de mejorar nuestra existencia. Al aprender a leer se nos abre todo un mundo de oportunidades, y está en nuestras manos aprovecharlas o dejarlas pasar y permanecer, aun sabiendo leer, en una incultura permanente.
De nuestro nivel de lectura dependerá la forma y manera de relacionarnos con nuestro entorno, de hablar y de escuchar.
La lectura nos hace reaccionar, despierta nuestra mente, nos mantiene alerta, es un acicate que nos incita a rebelarnos cuando algo no nos gusta o nos incomoda, o nos parece injusto o reprobable. Leer más acá
Leer nos puede ayudar incluso a reconocer nuestros propios miedos, a identificar carencias e inquietudes que nos agobian sin que sepamos definirlas, y que podemos llegar a resolverlas, gestionarlas o afrontarlas, al ver reflejada nuestra propia existencia desde un punto de vista distinto. Aprende más acá
