La cosmovisión Mapuche, un viaje ancestral

“En la tierra no había nada, ni agua ni flores. En el aire vivía un Espíritu poderoso y otros Poderes secundarios. Algunos de estos se rebelaron y el Poderoso los convirtió en piedra y les puso el pie encima, lo que hizo que, al partirse formaran las montañas. Los espíritus que habían quedado vivos y mostraban arrepentimiento salían de las rocas convertidos en llamas y humos de volcán. Los más arrepentidos se elevaron hacia el cielo y se trocaron las estrellas. Su llanto de arrepentimientos es el origen de la lluvia. El espíritu Poderoso halló triste a la tierra y transformó en hombre a un espíritu hijo suyo, el cual al caer quedó sin sentido; La madre del joven se llenó de pena y para mirarle abrió en el cielo esa ventanilla por donde se asoma su cara pálida, que los hombres llaman luna. El espíritu Poderoso tomó una estrella y convirtiéndola en mujer le ordenó que fuera a acompañar a su hijo. Ella tenía que caminar por la tierra, que la lastimaba, pero ordenó que a su paso crecieran la hierba y las flores, las que al ser tocadas por ella se convertían en aves y mariposas las flores y la hierba en selvas. El espíritu Poderoso los miraba por una ventanilla del cielo que es el Sol”

Los Mapuches conciben el cosmos como una serie de plataformas que aparecen superpuestas en el espacio. Fueron creadas en orden descendente en el tiempo de los orígenes, tomando como modelo la plataforma más alta, recinto de los dioses creadores.

Cultura MapucheCosmovisión: Una cosmovisión no sería una consideración particular acerca del funcionamiento de alguna entidad particular, sino una serie de principios comunes que inspirarían teorías o modelos en todos los niveles: una idea de la estructura del mundo, que crea el marco o paradigma para las restantes ideas.

La agrupación de las plataformas:

  • Meli ñom wenu (los cuatro lugares de arriba), también wenu mapu (la tierra de arriba), es la plataforma del bien, donde habitan los dioses, que se distribuyen jerárquicamente a partir de la plataforma más alta, los espíritus, empleados menores de los dioses; y los ancestros, auténticos o míticos, siendo los auténticos los protectores e intermediadores del linaje y los míticos, los consejeros éticos comunes
  • Anka wenu (medio arriba) y minche mapu (tierra de abajo), antagónica a la zona anterior, es la plataforma del mal, donde habitan los seres maléficos, que no se agrupan ni tienen relaciones entre ellos.
  • Mapu (tierra), el mundo natural donde se sintetiza el conflicto permanente entre las dos zonas anteriores.

La visión cósmica mapuche es dualista y dialéctica: el wenu mapu contiene sólo al bien; mientras que el anka wenu y minche mapu representan sólo el mal; y en la tierra coexisten el bien y el mal en una síntesis que no implica fusión, sino yuxtaposición dinámica. La verdadera polaridad tiende a la unión; y la conjunción de dos fuerzas opuestas es una condición necesaria para lograr el equilibrio cósmico dualista.

Así como el cosmos se ordena verticalmente, el mundo “real”, o mapu, está ordenado horizontalmente en base a los cuatro puntos cardinales. De allí que la plataforma terrestre, el mundo de los mapuches se constituye en la meli witrán mapu (tierra de los cuatro lugares), también llamada meli chakiñ mapu (tierra de las cuatro ramas) o meli esquina mapu (tierra de las cuatro esquinas). Esta organización se establece a partir del ciclo solar diario, que parte como punto de referencia con el Este, donde nace el sol en la cordillera, para terminar en el Oeste, el mar donde se pone el sol. Se le asigna un orden jerárquico a los puntos cardinales y connotaciones de bondad y maldad que surgen tanto de la experiencia racional como de lo mágico-religioso.

Concepción Espacio – Temporal del Cosmos

El orden espacial ceremonial mapuche tiene también un desarrollo circular, un giro que tiene su inicio en el Este, y se desarrolla en sentido contrario a los punteros del reloj. Todos los rituales mapuches se rigen por este orden, por ejemplo en el ngillatún (rogativa), orden espacial que otorga una dimensión temporal basada en el numero de veces que se repite el giro completo. Este orden sagrado también se refleja en el orden de lo profano, de la vida cotidiana como el servir los alimentos o la bebida (mate, chicha, vino o muday) siguiendo el mismo orden y sentido del giro ceremonial.

“El elemento que permite unificar a un pueblo, es el principio que permite la cohesión o unificación de nuestras comunidades”, siendo un concepto que ha sido visto en formas diversas por los no mapuche, “durante largo tiempo se consideró a la cultura en singular”. No se habló de culturas. Para los mapuches se habló de “cultura de resistencia”, de “subcultura”. Hoy los más criteriosos hablan por fin de diversidad”. Para los mapuche “la cultura tiene que ver esencialmente con el espíritu, y el espíritu no tiene fronteras: puede volar” (Chihuailaf, E.) 

Cultura Propia v/s Cultura Ajena “Los elementos culturales pueden ser propios o ajenos. Son elementos propios los que la unidad social considera que a recibido como patrimonio cultural heredado de las generaciones anteriores y los que produce, reproduce mantiene o transmite, según la naturaleza del elemento cultural considerado. Inversamente son elementos culturales ajenos aquellos que forman parte de la cultura que vive el grupo pero que éste no ha producido ni reproducido”.

La historia del Pueblo Mapuche (S. XIX), está ligada a relaciones inter-étnicas de dominación-subordinación. Su control cultural ha sido basado en un “sistema según el cual un grupo ejerce la capacidad de decisión sobre elementos culturales” (materia a la ideología)

Relaciones Inter-étnicas las que se establecen entre sectores de una sociedad a partir de criterios de pertenencia y/o exclusión, basados en rasgos de origen y/o de carácter sociocultural. Mientras que el grupo étnico o la etnia, estaría dada en su relación con un ámbito de cultura autónoma, aquél sobre el cual se mantiene niveles y estructuras de decisión en instancias que se reconozcan como internas y legítimas del grupo.

La identidad es el “ejercicio de la cultura propia”.

Una de las características del pueblo Mapuche -y que lo mantiene hasta estos tiempos- es que desde sus orígenes ha desarrollado un profundo vínculo con su territorio de origen. Según su Cosmovisión la tierra no se puede separar de la cultura y de la identidad.

Aspectos que constituyen un enjambre donde se entretejen el sentido social y cultural que da identidad y el sentido de pertenencia a un pueblo. Los valores culturales, identidades colectivas, usanzas tradicionales, leyes y espiritualidad se encuentran -todas- ligadas a un lugar determinado, por lo tanto, este último tiene un rol fundamental en la perpetuación de la cultura.

#TIPS Elementos de la historia de la cultura Mapuche que le entregan identidad al pueblo han sido su lingüística.

En relaciones interculturales des-iguales es igual al sentido de pertenencia. En Tenencia de tierras, el despojo es ilegalidad jurídica, la migración rural hacia la urbe es provocado por la carencia de tierras, producto de la inequidad en la distribución de tierras, lo que provoca un desprestigio de la cultura.

Reconoce la familia extensa, y la campesinización debilita las estructuras sociales. Mientras que en la medicina indígena, realizan prácticas médicas sólo los agentes de salud mapuches, y para el bienestar social se reconoce como actividad religiosa el Ngüillatun.

#turisTIPS

Fuente: alvarobasualtob/cosmovision-mapuche

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