Las plagas son plantas, animales, insectos, microbios u otros organismos no deseados que interfieren con la actividad humana. Estos pueden morder, destruir cultivos de alimentos, dañar propiedad, o hacer nuestras vidas más difíciles.
Un control de plagas eficaz requiere cierto conocimiento sobre la plaga y sus hábitos. El primer paso es identificar correctamente la plaga, el segundo paso es aprender acerca de su estilo de vida. Después de eso, usted puede evaluar las estrategias para controlar la plaga.
Las plagas urbanas están constituidas por insectos, aves, roedores, hongos y bacterias que puedan afectar a la salud de la población, actuando como vectores para transmisión de enfermedades.
Además, las plagas urbanas funcionan como Reservorios, es decir, como organismos que alojan virus, bacterias u otros microorganismos que puedan causar una enfermedad contagiosa y producir una epidemia; ya sea de zoonosis, parásitos humanos, y/o también -en otros casos- ocasionando alergias, picaduras, entre muchas otras afecciones a los seres vivientes en general y al ser humano en particular. Así como también puedan causar daños materiales a las estructuras de viviendas e instalaciones urbanas.
¿Qué medidas se pueden aplicar para el control de plagas? Limpieza, higiene y saneamiento. La primera medida y más eficaz es la de eliminar y evitar la creación de lugares que actúen como focos para el desarrollo de plagas. Para ello, es necesario aplicar las distintas metodologías.
Métodos pasivos: Barreras físicas que mantengan las áreas o instalaciones poco accesibles para la plaga y dificulten lo más posible el refugio y alimentación de la misma (tapar grietas y agujeros, colocar tela mosquitera en ventanas, etc.).
Métodos activos: Son los métodos físicos y mecánicos de medición (temperatura alta, luz ultravioleta, sonido, etc.) que se aplican para destruir la plaga.
Métodos biológicos o ecológicos, son los que contemplan la utilización de los enemigos naturales de la plaga (parásitos, depredadores u organismos que producen enfermedades).
Métodos Químicos: Son los que contemplan la utilización de las sustancias químicas conocidas como biocidas para el control de plagas.
Como norma general, si es necesario un control de una plaga, se optará por métodos físicos, mecánicos, biológicos o ecológicos y, solamente cuando sea estrictamente necesario, se aplicarán productos biocidas, es decir los químicos.
Fuente: https://www.euskadi.eus/web01-a2ingsan/es/contenidos/informacion/control_plagas/es_plaga/plagas_urbanas.html