La pandemia puso a prueba la creatividad, la flexibilidad y la rapidez para abordar nuevos modelos de negocio, especialmente, porque parte relevante del proceso constructivo viene definido por el diseño de los proyectos, donde no se considera estandarización ni modulación de unidades.
En la integración de proyectos, diseñadores -arquitectura, cálculo y especialidades-, constructores, proveedores y todos aquéllos que intervienen en el proceso desde el diseño hasta la puesta en marcha de los proyectos de construcción han cambiado el foco hacia el “diseño para manufactura”, planificando los procesos y la logística para montaje en sitio.
Dentro de los grandes cambios en la construcción y todas sus especialidades, la digitalización tendrá un rol trascendental en el mundo pospandemia, especialmente, en aspectos como revisión, modelación y coordinación a distancia.
«La industrialización asegurará la capacitación de mano de obra especializada para la construcción, lo que es fundamental para mejorar la productividad en el rubro que es el menos eficiente, productivamente hablando”, afirma Yves Besançon, Past President de la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA) y representante en el Consejo Directivo de Construye 2025,
Junto a la construcción industrializada, la economía circular irá abriéndose camino. “Los volúmenes de desperdicios que produce una obra tradicional; el bajo control de calidad que supone construir en ambientes no controlados y sus consecuentes problemas de post venta; la contaminación ambiental; el manejo de plazos y costos más controlados; y la eficiente explotación y operación de estos proyectos son muy elocuentes al acreditar que una mayor industrialización en esta industria es necesaria y urgente”, asevera Besançon.