Entre los actores de la industria de la producción de eventos, está circulando un Manifiesto que revela 22 verdades detrás de escena.
Un documento interno que circula entre profesionales de eventos y espectáculos, bajo el título “Verdades sobre trabajar en producción de eventos”, se ha convertido en una declaración franca y viral sobre la adrenalina, el esfuerzo y la pasión que define la vida de quienes están detrás de cada montaje.
“La producción no es un trabajo, es un modo de vida”: El manifiesto rompe con la imagen idealizada del sector para ofrecer una mirada cruda y, a la vez, profundamente enamorada del oficio. El texto comienza con una contundente afirmación: «La producción no es un trabajo. Es un modo de vida. Y si te atrapa, ya no hay vuelta atrás».
El núcleo del comunicado se centra en 22 puntos que desnudan la realidad cotidiana del productor, desde las maratónicas jornadas hasta las herramientas de supervivencia esenciales, destacando:
Las Cifras de la Realidad: Jornadas de 24h (a veces hasta 26): Se subraya la extrema dedicación y las horas que se extienden más allá de lo convencional. Comer de lujo: Comer sentado es catalogado como un «lujo» y comer caliente, un «bonus point», ilustrando el ritmo frenético de los montajes.
El mito del «timing«: Se desmiente que la planificación sea rígida, reconociendo que el «timing» es una «utopía» y la improvisación es la regla. Desgaste emocional y la pasión irresistible: El manifiesto reconoce como factor humano la existencia de «clientes maravillosos» y otros «que te envejecen tres años por evento», al igual que los compañeros, con los que se forjan «amigos de por vida, porque nadie más entenderá tu nivel de cansancio… y de pasión.”
Por otra parte está el Reconocimiento Invisible. Es decir, una verdad que resuena entre los profesionales es que «Nadie verá todo lo que haces. Pero notarán todo lo que ‘no’ hiciste,» destacando la presión constante. Secretos del Productor (y sus herramientas): La solución universal: La cinta americana se consagra como la herramienta definitiva: «Nunca subestimes el poder de la cinta americana. Lo arregla TODO”.
Excell y la biblia de la producción: A efectos de evitar problemas y gestionar el caos inevitable el Excel es elevado a «religión» y el check list a «Biblia» Además, hay un desafío constante de reconocer que «nunca hay presupuesto para todo… Pero sí expectativas altísimas» y la ley de que «No hay evento sin cambio de última hora. Es ley. No luches.”
El manifiesto culmina con la esencia de lo que mantiene a los profesionales en el ruedo: «Te vas a ilusionar con cada montaje. Aunque sea el nº 200» y la promesa final de la industria: “Lo mejor de todo: Nunca te vas a aburrir.” El documento se percibe como una carta abierta que honra la resiliencia, la multifuncionalidad, llegando a dominar «más oficios que Leonardo Da Vinci” y la adrenalina que experimentan los equipos cuando, finalmente, “todo funciona».
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