Los biofertilizantes se han transformado en un elemento esencial de los cultivos y de una agricultura respetuosa con el medio ambiente.
Se prevé que el mercado mundial de biofertilizantes -también conocidos como fertilizantes orgánicos- alcance los 18.06 millones de dólares en 2029, frente a los 8.81 millones de dólares de 2020, con una tasa compuesta anual del 9.32 % entre 2022 y 2029.
Factores como la creciente necesidad de mejorar la producción agrícola y una mayor conciencia de los efectos negativos de los insumos químicos, así como los beneficios de los fertilizantes orgánicos, contribuyen al desarrollo sustancial del mercado de fertilizantes orgánicos.
Ante tal situación, expertos prevén que la demanda de fertilizantes orgánicos aumentará a medida que los consumidores se vuelvan más conscientes de las ventajas ambientales y de salud de la agricultura orgánica.
Los biofertilizantes, a diferencia de los fertilizantes sintéticos, se obtienen de fuentes existentes de forma natural, como estiércol de ganado, compost, harina de huesos, harina de pescado y otros productos vegetales y animales. Los fertilizantes orgánicos son mejores para el ecosistema, la vida silvestre y el suelo, ya que se degradan rápidamente y no tienen impactos perjudiciales en las aguas superficiales o subterráneas.
Los Biofertilizantes tienen una larga vida útil, mejoran la estructura del suelo y ayudan al suelo a retener minerales y agua. Se prefieren para producir una producción libre de residuos, ya que son fertilizantes no tóxicos y de liberación lenta que no dejan residuos en los alimentos.
Esto puede resultar en una mayor fertilidad del suelo, desarrollo de las plantas y absorción de nutrientes. Los fertilizantes orgánicos también tienden a descargar los nutrientes más lentamente con el tiempo, lo que puede resultar en un desarrollo más consistente y uniforme de las plantas.
Fuente: https://www.directoriofruta.cl/biofertilizantes-y-el-panorama-al-2029/