Las razones por las que se toma esta decisión son diversas, pero suele haber un motivo de peso y una estrategia concreta para evitar la pérdida de clientes. El rebranding es un ejercicio que supone un riesgo porque se pierden muchos de los atributos ligados al nombre original de la marca, así como la notoriedad que se le otorgaba.
El Rebranding, o lo que es lo mismo, el ‘cambio de nombre’ de una marca, es una estrategia de marketing empleada por muchas compañías. Es un ejercicio que supone un riesgo porque se pierden muchos de los atributos ligados al nombre de la marca, así como la notoriedad que se le otorgaba. Si Branding es construir una marca, el Rebranding es reconstruirla. Y no solo implica la modificación del término que nos definía, sino también cambios de logotipo, diseño, textos, tipografía, maneras de trabajar, etc.
Durante el rebranding se replantean procesos, tanto internos como externos de la marca, con el fin de refrescarla o rejuvenecerla. El rebranding no tiene que ser motivo de preocupación, porque es un proceso normal, los tiempos cambian y las formas de realizar ciertas gestiones también, aquí también influye el avance de las tecnologías, los precios de ciertos servicios o materia prima, los cambios en el mercado, entre otras variables, las cuales se descubren después de un arduo proceso de investigación y planeación -por ejemplo, hacer un focus group es una buena idea-, ninguna decisión debe tomarse a la ligera. En tanto, conocer las marcas y empresas de Chile es posible aquí
¿Qué lleva a una empresa a cambiar el nombre de su marca? El cambio de nombre suele ser necesario cuando se asocian indicaciones negativas con la marca, esta nueva denominación permite reconstruir su imagen. Da la posibilidad de darse a conocer poco a poco ligando valores positivos a este nuevo nombre.
Aunque, son muy diversas las circunstancias que llevan a una marca a renovar su denominación. Algunas de las razones más habituales para realizar un rebranding son: la desconexión con su público objetivo, la fusión con otra compañía, problemas de registro para diferenciar el mismo producto en distintos países, unificar distintas marcas bajo un mismo paraguas, etc.
¿Cómo se elige el renombre de una marca? No existen reglas prestablecidas sobre buenos y malos nombres, aunque la principal recomendación es que sea breve y fácil de recordar.
Es un trabajo complejo y exhaustivo, no es sólo un nombre lo que se elige, es todo un significado que va a envolver a la empresa en cuestión. Los valores, la actividad y la identidad de la compañía deben estar completamente reflejados en el nombre que darán.
Uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de elegirlo es el punto de vista jurídico. El nuevo nombre tiene que ser registrable. Otro aspecto relevante es que sea igual de valioso en todos los idiomas en los que se mueva nuestro mercado. Por ello, a la hora de bautizar nuestra firma debemos testar cómo funciona en varias lenguas y evitar problemas posteriores.