Desde comienzos de año que el fundador de Cruz Verde y su matriz Socofar, Guillermo Harding, vuelve a la carga en contra de la gigante mexicana Femsa, actual dueña de la cadena de farmacias Cruz Verde y de las tiendas de conveniencia OXXO en Chile, y que adquirió recientemente Ok Market -ligada a SMU- en una operación valorada en unos US$ 55 millones.
El empresario chileno busca anular tres sentencias arbitrales que perdió frente a la gigante mexicana. En las tres acciones, el fundador de Cruz Verde exigía ser indemnizado en total en US$ 150 millones. Hoy insiste en el reclamo ante la Corte de Apelaciones de Santiago. Femsa responde que jamás ha vulnerado los pactos con el excontrolador de Cruz Verde y que los procesos arbitrales están terminados.
En su arremetida, el empresario viñamarino insiste en que se condene a Femsa al pago de US$ 150 millones. Harding acusa a la mexicana de haber vulnerado los acuerdos internos en la administración de Socofar, los que terminaron por mermar el precio remanente de sus acciones.
Los litigios se rigieron bajo el reglamento de Arbitraje Comercial Internacional y se ventilaron en el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago. Tres fueron los jueces arbitrales: Nicolás Cubillos, Alberto Lyon y Enrique Barros.
La relación entre Guillermo Harding y Femsa comenzó cuando el empresario acordó, el 23 de septiembre de 2015, la venta del 60% de las acciones de Socofar S.A.; Difarma S.A.; SAE Agencia de Negocios SpA y Socofar Logística Limitada. La compraventa, dada a conocer por Pulso en agosto de ese año, apuntaba a una operación por US$ 1.000 millones.
Su objetivo era internacionalizar Cruz Verde, una cadena que había fundado en 1984 como una farmacia independiente en el centro de la ciudad de Viña del Mar. Por lo mismo vio como una oportunidad atractiva lograr una alianza con Femsa.
Al acordar la venta, las partes firmaron un pacto de accionistas que, entre otras cosas, buscaba resguardar y proteger los secretos industriales del Grupo Socofar, su propiedad intelectual e industrial y su know how, los cuales resultan ser clave para su éxito comercial.
Ese acuerdo regulaba la relación entre el socio principal y los ejecutivos del holding y, además, obligaba a las partes a mantener reserva y confidencialidad.
Para el empresario viñamarino, Femsa incumplió el pacto de accionistas cuando, “en forma reiterada y sistemática, y abusando de su calidad de controlador y accionista mayoritario del grupo Cruz Verde, prefirió contactar y exigir colaboración, reportes y presentaciones de ejecutivos y de la administración del grupo Cruz Verde en forma directa”.
Esto, pese a que el pacto –según uno de los recursos de nulidad- obligaba a los mexicanos a negociar cualquier “interacción, colaboración y coordinación” que mantuviera la mexicana con los ejecutivos de la cadena de farmacias chilena.
Fuente: https://www.directorioempresaschile.cl/las-claves-del-litigio-entre-empresas-cruz-verde-y-femsa/