“Cuando empezó la pandemia muchos de nuestros asociados cerraron porque tenían dificultades de cómo poder trabajar o no tenían la claridad”, confesó el presidente de la Asociación de Hoteles para Adultos (AHPA), Francisco Soto, comúnmente conocidos como “moteles“.
Cumpliendo con todos los requisitos sanitarios exigidos por las autoridades, la idea de la Asociación de Hoteles para Adultos es -en conjunto con el desarrollo de la industria hotelera y del turismo en general-, generar empleos y mejorar la productividad y competitividad del sector. Ofreciendo un espacio para un mejor prestigio hacia el rubro, disminuyendo la discriminación. Brindando bases para profesionalizar, capacitar y acceder a nuevas tecnologías de gestión.
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Considerados a la fecha un ‘servicio esencial’, cabe destacar que la Seremi de Salud autorizó el funcionamiento de los moteles en cuarentena, luego que el gremio acusara discriminación en fiscalizaciones y clausuras. “como gremio hemos tratado de llevar las medidas sanitarias a un nivel mucho mejor, porque sabemos que siempre vamos a estar muy fácil a la crítica”, asevera Soto.
El motivo de la Asociatividad. De acuerdo a información entregada en la website de AHPA, la creación de este organismo nace con el objetivo de representar frente al estado e instituciones públicas, a los proveedores y todos los actores de la asociación, en los temas y problemáticas que nos atañen directa o indirectamente.
Además, acusan falta de accesibilidad a los moteles, el organismo exige un permiso especial para alojar en los Hoteles para Adultos, destacando ser un ‘servicio de primera necesidad por Salud mental’, además de ser considerados un ‘hotel seguro’; esto respaldado por el DECRETO 194 del Ministerio de Salud donde los clasifica como HOTEL, y no MOTEL.
Para llegar. Cabe destacar que no se necesita un permiso mientras los clientes están en ese hotel para adultos, porque es una estadía. La persona puede permanecer todo el tiempo que quiera en el recinto sin la necesidad de contar con un permiso de traslado. En caso de que el motel sea fiscalizado, no serán los clientes los que se sometan a este control, sino que será el dueño del negocio quien deberá acreditar que los asistentes cuentan con su respectivo permiso.