Efectos tóxicos y respiratorios que produce el quemar inciensos

Quemar incienso es un practica muy habitual que se viene usando con fines no sólo religiosos en iglesias sino también en gran cantidad de centros y domicilios con fines de relajación.

A diferencia de fumar, la quema de incienso no tiene regulaciones y este tipo de actividad en espacios de interior puede suponer problemas para la salud. Existen al menos 23 tipos diferentes de incienso (varitas, conos, polvo, paquete de sahumerio, bobina, cuerda y rocas).

La quema de incienso produce una mezcla de partículas y una amplia gama de gases, que incluye, entre otros, CO, CO 2 , NO x , SO , HAP, COV (incluidos benceno, tolueno, terpinoles y xilenos), formaldehído (HCHO), BTEX y metales pesados por lo que puede ser un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias. 

Una varilla de incienso de unos 20 cms de longitud puede producir al quemarse, altas concentraciones de partículas finas especialmente aquellas en el rango de tamaño de partículas ultrafinas (es decir, UFP, diámetro < 0,1 µm).  

El deposito de partículas a nivel pulmonar aumenta cuando estamos inhalando incienso y estamos realizando al mismo tiempo ejercicio o una caminata equivalente a 4 Km /h. 

Los niveles de exposición a partículas ultrafinas pueden ser casi similares a los aerosoles generados al fumar cigarrillos teniendo en cuenta que la duración de la quema de una varilla de incienso es similar a la quema de un cigarrillo.

Por tanto, la recomendación del autor del texto, seria que eviten exponerse al humo de la quema de incienso ya sea en iglesias , domicilios o centros de relajación.

Fuente:  Dr.Francisco Jose Roig Vazquez. MD, PhD.Especialista en Neumologia. HM Hospitales. Máster en gestión sanitaria. Experto en tabaquismo. Miembro de la ERS y SEPAR. 

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