Las Smart City son más que ciudades altamente tecnologizadas, son lugares donde la tecnología es aprovechada para crear un espacio más eficiente y sustentable, que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. Son ciudades inteligentes y nuestro país suma experiencias a su favor.
Ser una “ciudad inteligente” no significa lo mismo para todas. Mientras para algunas puede ser solucionar el problema de la congestión, para otras es tener más espacios verdes, además de buscar generar su propia energía. Pero en lo que sí están de acuerdo es que una ciudad inteligente o smart city es, ante todo, una ciudad eficiente, que no desperdicia recursos y que mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
Aunque la definición de Smart City, se ha convertido en un concepto en constante evolución, recibiendo aportaciones de múltiples campos de investigación, desarrollo e innovación. Las Smart City son ciudades que, pese las grandes oleadas migratorias que recibe, es capaz de consolidar tres tipos de sostenibilidad: la medioambiental, la social y la sostenibilidad económica.
El concepto tiene la virtud de haberse instalado con fuerza y está permeando la manera de pensar la ciudad y gestionar sus recursos. En nuestro país, tal es el interés que en corto tiempo la capital se convirtió en urbe inteligente. Obvio, es el lugar privilegiado del país, la que posee mejor infraestructura y recibe mayor inversión en diferentes sectores de la economía, lo que impulsa su productividad y conectividad tanto a nivel local como global. A Santiago le siguen Puerto Montt y Concepción; tres ciudades donde se han llevado a cabo planes pilotos de smart cities, alcanzando excelentes resultados.
La tecnología es un punto en el que coinciden la mayoría de las características de una ciudad inteligente. Smart City es un concepto que surge en torno a las oportunidades asociadas, principalmente, a las aplicaciones tecnológicas. Uno de los requisitos fundamentales para ser ciudad inteligente es que sea capaz de generar mayor equidad, y no solamente beneficios a ciertas personas con mayor poder de adquisición tecnológica.
Importante es el uso de información digital y medios de distintas plataformas para la toma de decisiones de las personas, empresas y el Estado. Estimando que estas aplicaciones nacen con el objeto de mejorar la calidad de vida de las personas a través de un apropiado uso, tales como la información sobre tiempos de espera en carreteras, en paradas de buses, o enseñar la calidad del aire.
Considerando que más del 70 % de la población de las smartcities tienen un smartphone, las antenas de telefonía celular están instaladas en todas partes. Las aplicaciones celulares nos muestran el comportamiento del tráfico y permite plantear rutas alternativas. Otras simplemente nos indican quienes están a nuestro alrededor. El potencial que tiene la tecnología de la información para mejorar la calidad de vida urbana es infinita.
A una smart city se le debe reconocer el buen uso de las tecnologías de la información (TIC) que puede aún hacer más eficiente u optimizar ciertas funciones urbanas. Hoy las ciudades están llenas de sensores, y no sólo de cámaras de seguridad, sino de distintos tipos de dispositivos que miden y emiten información.
Otros ejemplos de aplicaciones sirven para controlar el flujo vehicular y la seguridad peatonal, crear sistemas de navegación urbana, entregar información sobre el consumo energético, limpieza y control de los movimientos de basura, informes meteorológicos, sistemas de prevención y muchos otros más. Todos elementos que pueden ayudar a crear una ciudad más eficiente, menos congestionada y aún más sustentable.
Otro de los aspectos clave de las ciudades inteligentes es el uso de energía entre distintos servicios urbanos. Ya que existen ciertos servicios que generan un desecho, como las plantas de tratamiento de aguas servidas, que filtran, limpian y luego devuelven el agua de forma que se pueda regar los campos sin peligro de enfermedades.
A pesar de que son muchos los beneficios, la ciudad inteligente también se encuentra con problemas y desafíos. El uso de Big Data, procesamiento de una enorme cantidad de datos provenientes de los mismos ciudadanos, permitirá llegar a predecir acontecimientos de la vida urbana: no sólo la localización, sino hacer correlaciones con ello.
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Fuente: http://regiones.explora.cl/descubre/articulos-de-ciencia/tecnologia-articulos/tecnologias-de-la-informacion-articulos/7261-smart-cities-chile-avanza-en-el-desarrollo-de-ciudades-inteligentes